OPINIóN #945
En agosto de 2017, los cultivadores de amapola resintieron una caída terminante en el precio del kilo de goma de opio, la substancia base para la elaboración de heroína que constituía uno de los negocios millonarios de los traficantes de droga.
Sucedió que otra droga, el fentanilo –de bajo precio y efectos mortales entre sus consumidores– invadió el mercado negro norteamericano con el consecuente impacto en las ventas de heroína, una droga dura y cara que disfrutaba de un mercado cautivo en la Unión Americana, hasta el año pasado.